jueves, 7 de enero de 2016

¿Que hace ante la depresión?

Estoy deprimida ¿Que puedo hacer?




Estoy deprimida, ¿qué puedo hacer?


Puse «deprimida» sólo para variar, porque en realidad esto nos sucede a hombres y mujeres por igual. La depresión es un enemigo silencioso que ataca a millones de personas en el mundo, y lo hace con o sin causa. Digo eso porque hay circunstancias que obviamente nos empujan a un estado de tristeza profunda. Por ejemplo, la muerte de un ser querido es una causa obvia de tristeza, de la cual lleva tiempo recuperarse. 

Pero algo diferente es la depresión «crónica» o la condición depresiva, que es algo que perdura en el tiempo y que siempre encuentra alguna nueva razón de ser. Te sorprendería saber cuántas personas padecen este mal.

Por un lado, algunos indican que hay un factor químico. Es sabido que nuestros cuerpos y aún nuestras mentes son una composición de diferentes materias, y las proporciones de una u otra sustancia pueden hacer una gran diferencia en como nos sentimos. Incluso, algunos doctores creen que la depresión durante la adolescencia puede ser una cuestión hormonal.

Pero por otra parte, la depresión puede ser un mal psicológico, o hasta espiritual. La verdad es que, sea cual sea la causa, necesitas buscar ayuda y no quedarte esperando a que una mañana algo te borre la depresión mágicamente.

Mira lo que la Biblia nos dice: 

«El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido.» (Salmos 38.18) 

«…quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren.» (2 Corintios 1.4) 

También el apóstol Pablo nos habla de una debilidad que le producía mucha frustración, y relata lo siguiente: 

«Tres veces le rogué al Señor que me la quitara; pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.» Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.» (2 Corintios 12.8-9) 

Dios te ama y quiere lo mejor para tu vida, por lo que sería necio no confiar en Él y no depositar tus tristezas en sus manos. Visita luego un medico o psicólogo cristiano (es una tontería creer que los psicólogos son malos o que son para los locos), y también habla con tus pastores. Si hay algo espiritual que te está oprimiendo, necesitas oración de otros también. Sea como sea, no pierdas nunca la esperanza de dejar atrás esos sentimientos y cualquier situación que te esté haciendo sentir de esta manera.                                                      
                                     -Lucas Leys

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